Las bicicletas también son para el verano, cómo conducir con ellas

Las bicicletas son vehículos de dos ruedas sin motor, no peatones con ruedas. Como vehículos deben transitar por la calzada, compartiendo el espacio con los vehículos a motor. Y fíjate que he escrito la palabra “compartiendo”, que significa usar la calzada en común. Tanto las bicicletas como los vehículos a motor tienen plenos derechos para usar la carretera, pero también están obligados a respetarse siempre el uno al otro.

Hay cientos de publicaciones que hablan de consejos y precauciones para los ciclistas, pero muy pocas que den consejos a los conductores de coches, motos y cualquier otro vehículo a motor para mejorar la seguridad cuando circulan por carreteras con ciclistas. Aquí van unos cuantos.

El respeto es lo primero

Volvemos a repetirlo, los ciclistas son usuarios de la vía con el mismo derecho a usarla que cualquier conductor de vehículo. Es importante recordar que no están ahí para estropearnos el viaje y hacernos frenar. Circulan por la vía porque es por donde tienen que hacerlo.

Si el conductor se conciencia de que el ciclista es un vehículo más con el que hay que mantener una distancia de seguridad y adelantar con la misma precaución que con un camión, muchas pautas de seguridad y respeto llegarán solas. Por ejemplo, dar espacio al ciclista sin agobiarle cuando no se le puede adelantar, lo que evitará ponerle nervioso y que cometa errores de conducción.

El mejor ejercicio para respetar a alguien es ponerse mentalmente en su posición. Cuando te encuentres en carreteras con ciclistas piensa durante un instante como si fueras tú el ciclista y cómo te gustaría que se aproximasen y te adelantasen los coches, motos y camiones. Mejor aún, prueba a convertirte en ciclista de verdad en los desplazamientos cortos, sobre todo si te mueves en una ciudad. Comprobarás la comodidad, rapidez y las virtudes que tiene la bicicleta para la salud y de paso te concienciarás mejor sobre el respeto mutuo entre coche y bici.

Recordamos algunas normas

Las campañas de información en televisión e Internet han hecho que prácticamente todo el mundo tenga bien aprendido que hay que dejar un mínimo de 1,5 metros de distancia entre el vehículo y el ciclista que se adelanta. Ojo, que esto también es obligatorio para las motos.

Otras normas que hemos estudiado para sacarnos el carnet suelen olvidarse rápidamente. Una de las más importantes para la seguridad es la prohibición de adelantar a otro vehículo cuando un ciclista viene en dirección contraria, aunque circule por el arcén. Es una infracción grave sancionable con la retirada de 4 puntos y 200 euros de multa.

Otra norma que se suele olvidar es que adelantar a un ciclista o a un vehículo de tracción animal está permitido cuando hay una línea continua que prohíbe el adelantamiento, siempre que el adelantamiento no ponga en peligro al vehículo adelantado ni a los que vienen en dirección contraria. Básicamente, se trata de evitar adelantar en rasantes, curvas sin visibilidad o cuando hay tráfico en dirección contraria. El resto del tiempo se puede adelantar con precaución.

Otra norma importante es que las bicicletas tienen prioridad frente a los vehículos a motor. Por tanto, cuando te encuentres con ciclistas en cruces, cambios de sentido o en rotondas recuerda que tienen preferencia y debes dejarlos pasar. El sentido de esta norma está en que los automóviles pueden acelerar y frenar más rápido y dar preferencia al vehículo más lento ralentiza menos la circulación. Ésta y el resto de normas para la conducción en bicicleta pueden consultarse en la Guía del Ciclista de la DGT.

Algunas pautas de seguridad

Siempre que encuentres a un ciclista en tu misma dirección, reduce la velocidad según te aproximas a él aunque haya visibilidad y espacio para adelantar. De esta manera adelantarás a una velocidad prudente, evitarás desequilibrar al ciclista y podrás reaccionar con mayor seguridad si el ciclista cambia la trayectoria ligeramente o te percatas de que no era un ciclista sino varios.

Recuerda que en la ciudad las bicicletas pueden ser tan rápidas o más que los coches, así que si adelantas una o varias es posible que ellas te adelanten en el siguiente cruce o semáforo. Controla los retrovisores y ten en cuenta que los ciclistas son difíciles de ver por ellos.

En el entorno urbano, cuando vayas a cambiar de dirección, de carril, de calle o pares para entrar en un aparcamiento, vigila siempre que no hay un ciclista cerca.

Por último, en los fines de semana o festivos, cuando viajes o recorras un tramo de carretera secundaria, piensa que es muy probable encontrar ciclistas. No circules despreocupado y te sorprendas por encontrar uno o varios a la salida de una curva.

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