Lo que debes saber para tener un motor diésel eterno

No repostes si…
Si cuando vas a echar carburante ves que en la gasolinera hay algún camión cisterna rellenando sus tanques, lo mejor es que te des media vuelta y te marches, porque lo más probable es que a tu coche le entren partículas de impurezas o humedad, procedentes del carburante de los tanques, que acaba de ser removido. Si, por alguna casualidad, estas partículas entran al depósito, estropearía el sistema de inyección. En estos casos, la avería puede ir desde los 600 euros si se trata de un inyector o hasta los 3.000 euros si el problema está en el sistema de inyección.
Por norma general, las estaciones de servicio tienen prohibido vender carburante hasta que no haya pasado una hora desde la recarga de los tanques, aunque casi nunca se cumple.
Si el motor está frío, lo mejor es esperar unos 10 segundos al ralentí antes de comenzar a circular, sobre todo en invierno ya que el coche está más frío. Con ello, te asegurarás de que la bomba de aceite ha tenido el tiempo suficiente como para que el aceite haya comenzado a lubricar todo el motor.
Tampoco es es nada recomendable acelerar a tope ni superar las 2.500/3.000 rpm hasta que el indicador de temperatura del motor no marque su temperatura normal (90 ºC aproximadamente). En tal caso, el desgaste interno de las piezas del motor se aceleraría y, con ello, su vida útil.